La cocina japonesa tiene un sinfín de platos más allá del sushi y entre
ellos está esta receta de pollo teriyaki. Se trata de uno
de los platos japoneses más conocidos en occidente, junto con el sushi y el
sashimi, y se ha convertido en una receta recurrente para los amantes de la cocina
japonesa.
Sin meternos en las profundidades del sushi, que puede resultar bastante
laborioso a la hora en su preparación, el pollo teriyaki es
una receta muy sencilla que fácilmente podemos hacer nosotros mismos. La única dificultad
quizá sea el conseguir los ingredientes japoneses de esta salsa. Aunque hoy en
día en los lineales de muchas grandes superficies ya podemos encontrar
ingredientes típicos orientales, tanto chinos como japoneses, o en cualquier
caso, en multitud de tiendas online.
En realidad el teriyaki es una técnica culinaria que
consiste en cocinar los alimentos en una salsa dulce, ya sea al horno o a
la parrilla. La palabra teriyaki deriva de teri, refiriéndose
al brillo o lacado que le aporta la salsa en la que se baña, y yaki,
indicando el método de cocina sumergiendo el producto dentro de la salsa.
Podemos hacer teriyaki con otro tipo de carnes (cerdo, vaca, atún,
salmón…) y formas, es muy conocido el yakitori teriyaki, unas
brochetas de pollo y verduras cocinadas al estilo teriyaki. La salsa
propia de esta receta se prepara calentando y reduciendo varios
ingredientes: salsa de soja, mirin, azúcar y sake,
pudiendo añadirse jengibre como aderezo.
La salsa de soja es un condimento producido por la
fermentación de semillas de soja con unos hongos, los Aspergillus sojae. El
mirin es un vino dulce de menor graduación que el sake, que puede
consumirse tal cual o después de una reducción para eliminar su alcohol. El
sake, o mejor dicho, lo que en occidente se conoce como sake, es un
vino de arroz, una bebida alcohólica preparada de una infusión a partir de
arroz, que en Japón se llama nihonshu. La palabra sake en japonés significa
bebida alcohólica. La mezcla de todos estos ingredientes nos ayuda a preparar
esta deliciosa receta. Un plato original, algo distinto a las preparaciones de
pollo a las que estamos acostumbrados en casa, fácil y que triunfa. ¿A qué
esperáis? Sorprended a vuestros amigos y familia.
Fuente: dR
INGREDIENTES:
- 4 pechugas de pollo enteras
- 1 cebolleta grande
- 200 ml. salsa de soja
- 100 ml. de Mirin
- 100 ml. de sake
- 100 g. de azúcar blanquilla
- 5 g. de piel de jengibre fresco
- 4 cucharadas de aceite de oliva suave
La salsa teriyaki se hace mezclando y calentando cuatro ingredientes:
azúcar, takara mirin, salsa de soja y sake (esté último puede ser sustituido
por otro tipo de alcohol) y yo además le añado la frescura del
jengibre. Los ingredientes no tienen porqué estar en la misma proporción,
sino que depende de la receta.
1. Preparamos nuestra salsa echandoo
la salsa de soja, el Mirin, el azúcar, el sake y la piel de jengibre a un
cazo. Calentamos a fuego alto y removemos hasta que se disuelva el azúcar.
Dejamos cocer durante 3 minutos removiendo de vez en cuando. Colamos la
salsa y reservamos. En caso de que no queráis hacer la salsa en casa
tenéis la opción de comprarla ya hecha, pero no queda igual de rico.
2. Limpiamos
las pechugas de pollo de posibles restos de grasa y venitas que pueda
tener y las troceamos en dados no demasiado pequeños.
3. Como
acompañamiento al pollo lo más habitual es utilizar cebolla o cebolleta
fresca que se cocina con la carne. Con cualquiera de las dos conseguiremos
que al final quede caramelizada gracias al azúcar de la salsa teriyaki. En
este caso hemos elegido una cebolleta grande, la cortamos en juliana en
tiras gruesas.
4. En una
sartén amplia ponemos a calentar el aceite y añadimos los trozos de pollo
y la cebolleta. Doramos durante unos 5 o 6 minutos. Añadimos la salsa
teriyaki que tenemos preparada y dejamos cocer a fuego medio durante 15
minutos. Veremos que el pollo está brillante, como lacado con la salsa, y
esta casi se ha consumido.
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